En cada momento especifico de la historia los hombres se ha relacionado entre si de diferentes maneras. Esa relación, en la época en que nos toca vivir y que lleva varias centurias, ha provocado en todos los ámbitos un quiebre en a conciencia del hombre tiene de si .
Este rompimiento se manifiesta como perdida de la realidad y en que una parte de esa conciencia se ha vuelto ajena a nosotros, de tal suerte que nos vemos sumidos y sorprendidos en contradicciones profundas. Raíz de esas contradicciones es un ejemplo de cuestionamiento que muy a menudo he oído realizar y que yo mismo me he hecho:
“¿ ES POSIBLE QUE UNA OBRA SEA BUENA Y QUE AL MISMO TIEMPO NO NOS GUSTE?”
Terrible problema entre la objetividad y la subjetividad. Creo que dicho problema tiene solución, en el ámbito científico pero no en la cultura ni en lo que se ha dado por llamar “arte”.
No se podrá negar que siempre tomamos partido,. Que siempre adherimos a algo. Si decimos de una obra (entendida esta como conjunto) que es buena, es porque adherimos a ciertos moldes que le dan validez, y con todo aquel que comulga en tales principios.
Esos moldes son los que por ejemplo Pierre Bourdieu ( sociólogo) coloca en lo que él llama “ campo cultural”.
Un campo es aquel lugar donde se pone en juego la validez de un discurso ( en nuestro caso, estético). Cada disciplina tiene su campo especifico, en el cual participan los artistas, los críticos, los galerista, las diferentes asociaciones, etc.
Cada campo es un universo en sí mismo, en donde lo participantes ponen las reglas del juego pero de tal forma que frecuentemente, los artistas delegan a interpretación de las normas en los demás integrantes, los cuales imponen el discurso de acuerdo al peso acumulado.
Son los individuos los que otorgan el valor estético a las cosas. Si encontramos un pedazo de rama en el campo , la rompemos , y la rama ahora tiene forma de vaca, la presentamos como una escultura, se la admira y se la considera una “buena “obra, no hemos mas que reconocer el valor estético de algo que a priori no lo tenia. ¿Pero quien ha dicho que tal obra es buena?. Los hombres los que acuerdan el valor a dicha obra.
En el CAMPO FOTOGRAFICO, son los fotógrafos, críticos, responsables de foto galerías etc.
Ahora, estos son participantes de un juego, y cada uno de ellos crea la validez de sus ideas estéticas imponiéndolas.
De a lucha de cada campo sale el discurso legítimo: aquellos que quieran ser aplaudidos deberán seguir los cánones, aquellos que quieran ser reconocidos deberán legitimar a los legitimadores.
Si estamos de acuerdo con un discurso estético propuesto podremos decir “esta obra es buena, aunque personalmente no me guste”.
Al decir “esta obra es buena”, le otorgamos a “BUENA” el paradigma de “Bella”:
Es decir reconocemos, en la estructura d la obra las particularidades que los legitimadores consideran legitima.
Es decir esta imagen es técnicamente buena, pero no me gusta.
Simplemente habremos llegado al caso de “ME GUSTA PERO NO ME GUSTA”.
Para pensar no?